Wei Jia nació en China, tiene 50 años y desde 2002 vive en Buenos Aires. En 2005 inició los trámites para obtener la carta de ciudadanía argentina en la provincia de Córdoba, pero 11 años después le informaron que le había sido revocada, pasando a ser un apátrida.
Wei había leído en un semanario chino que las cartas de ciudadanía se tramitaban en Córdoba y se trasladó en compañía de su gestora al juzgado.
Se presentó ante el juzgado Federal Nº1, a cargo del juez Víctor Bustos Fierro y certificó que cumplía con todos los requisitos de la ley 346 de ciudadanía. El 26 de octubre de 2006 lo citaron para hacer la jura y frente al juez y su secretario, y se convirtió en ciudadano argentino.
Pero, en noviembre del año pasado, el hombre recibió una notificación del Ministerio del Interior en la que le avisaban que la carta de ciudadanía había sido anulada.
Una ex empleada de la Secretaría Electoral del juzgado, Olga Liliana Borneo Santillán, fue sentenciada a una pena de tres años de prisión en suspenso más una multa de 70 pesos, por supresión de documento público, falsificación de documento y falsedad ideológica.
El fiscal Ricardo Senestrari, indicó a Cadena 3: “Es un caso de hace 10 años atrás, se descubrió en la fiscalía que había una empleada que estaba haciendo maniobras fraudulentas con ciudadanías, sobre todo chinas; eran más de 500 casos”.
“Fue imputada porque hacía todo tipo de maniobras, inventando expedientes, falsificando resoluciones, cambiando dictámenes de la fiscalía, poniendo que aceptábamos casos que no estábamos aceptando”, explicó.
Por su parte, Débora Huczeck, abogada de Wei Jia sostuvo que su cliente cumplía con todos los requisitos para la ciudadanía argentina. “Él fue convocado por una gestora que publicó un anuncio en un diario chino que decía que los trámites de ciudadanía se iniciaban en Córdoba”, recordó.
“Él mantuvo la calidad de ciudadano argentino durante 10 años, votó, transitó libremente por el país, ejerció el comercio; y jamás dudó de la legitimidad de su obtención porque hizo el trámite personalmente en el juzgado”, precisó.
En el interín, Wei había renunciado a su ciudadanía china porque ese país no acepta convenios de doble nacionalidad.
“El documento fue extendido por el juzgado, en esa anulación que se resuelve sin ningún tipo de opinión de mi cliente, él no fue citado a declarar, y se anula su carta de ciudadanía junto a la de 500 personas más”, señaló la letrada.
En cuanto a las responsabilidades, Huczeck apuntó al titular de un juzgado federal, que es quien debe velar para que las cosas funcionen correctamente.
“Hoy mi defendido es un apátrida, ya no tiene la ciudadanía china, de la cual es privado al acceder la ciudadanía argentina, que él consideraba un honor, porque tranquilamente podía haber pedido la residencia permanente”, describió.
En este momento, Wei está con una medida cautelar para conservar el DNI hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo, que es que pueda conservar su ciudadanía argentina por todos los derechos adquiridos a lo largo de 10 años.
“La empleada del juzgado recibió una pena irrisoria, por 500 hechos se le impuso una pena como si hubiese sido uno sólo, y falsificó firma de un juez y el dictamen de un fiscal”, remarcó.
“Lo que esperamos es que el Tribunal Federal número 1 de Córdoba, que los consideró como víctimas, contemple esta situación y vuelva a los efectos anteriores, y que se conserve su derecho a ser ciudadano argentino”, cerró.
Fuente: www.cadena3.com