Un fallo en rebeldía. Así podría interpretarse la decisión que tomó el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N° 16 en el caso de un violador serial que había sido condenado en un juicio a 50 años pero al que luego la Cámara de Casación había pedido que le redujeran la pena por “cruel”. A pesar de esta indicación, los jueces que tomaron el expediente resolvieron dictarle la misma condena.La pena recayó sobre Fabricio Alberto Alvarez Albarracín (33 años).
Los magistrados Gustavo Ariel González Ferrari, Inés Catisani y Alejandro Noceti Achával leyeron ayer la nueva sentencia, que coincidió con los 50 años de prisión que se le habían impuesto originalmente y con los que ahora habían insistido la querella y la fiscalía del caso.El Tribunal consideró que Alvarez Albarracín, a quien se lo juzgaba por ocho violaciones ocurridas en 2009 en los barrios porteños de Villa del Parque, Agronomía y Paternal, “cosificó a las víctimas en virtud de su sexo, colocándose en una situación de dominio absoluto sobre ellas, las sometió a una violencia extrema y sumamente degradante”. Los jueces subrayaron que “la condena impuesta resulta ajustada a sus actos y a la ley” y “que resulta proporcional, adecuada y ajustada a derecho”.Sobre el hombre ya pesaban otras dos condenas por violación y robo. Por eso el Tribunal también lo declaró reincidente, algo que también había sido objetado por Casación.Por las ocho violaciones, Alvarez Albarracín había sido condenado a 50 años de cárcel el 17 de junio de 2011 por el TOC 16. La sentencia fue apelada y, en mayo del año pasado, la Sala I de la Cámara de Casación Penal confirmó que era culpable pero hizo una salvedad que trajo polémica. Si bien los camaristas Ana María Figueroa (actualmente es presidenta de la Cámara de Casación Penal), Luis María Cabral y Juan Carlos Gemignani coincidieron en la calificación de los hechos y en la responsabilidad del acusado, los dos primeros opinaron que la pena implicaba “un trato cruel e inhumano” y que infringía pactos internacionales.Tras la polémica, la jueza Figueroa señaló a la prensa que una pena mayor a 37 años y cinco meses “inutiliza la vida de la persona”.Los camaristas ordenaron que la causa volviera al mismo tribunal oral para que fijara una nueva condena porque la de 50 años “atentaba contra la finalidad resociabilizadora”. Y consideraron que el máximo imponible sería 30 años.Al regresar al TOC 16, los jueces originales se excusaron porque consideraron que la orden impuesta implicaba “violencia moral” y se sortearon tres nuevos magistrados, que fallaron ayer por sostener los 50 años de prisión.“Estoy contenta, emocionada y más tranquila. Todos los pronósticos decían lo contrario, que los jueces tenían que aceptar la orden de Casación. Sin embargo con los argumentos que planteamos pudimos cambiarles el criterio”, le dijo a Clarín Déborah Huczek, abogada del programa de Patrocinio de Querellas para Víctimas de Delitos Graves (Propaque), quien representó a una de las víctimas. Y consideró: “Todas las mujeres tenemos que estar contentas. Al menos este sujeto no nos va a hacer correr riesgos. Hay uno menos en la calle”.
Fuente: Clarín